«Con la destrucción de la historia, incluso el acontecimiento contemporáneo se pierde inmediatamente en una lejanía fabulosa, entre relatos imposibles de verificar, estadísticas incontrolables, explicaciones inverosímiles y argumentos insostenibles. A todas las necedades que se difunden de manera espectacular, no cabe más respuesta que alguna que otra rectificación o advertencia respetuosa por parte de otros colaboradores de los media; y aun ésas las escatiman, pues, dejando a un lado su ignorancia supina, su solidaridad de oficio y de corazón con la autoridad general del espectáculo y con la sociedad de la que es expresión los hace sentir que es un deber, e incluso un placer, no discrepar nunca de dicha autoridad, cuya majestad no se debe ofender. No hay que olvidar que todo personaje de los media tiene siempre un dueño, y a veces varios, tanto en razón del salario como de otras recompensas y gratificaciones; y que cada uno de ellos sabe que es reemplazable.» GUY DEBORD (1988)
«Todos los expertos pertenecen a los media y al Estado: por eso se los reconoce como expertos. Todo experto sirve a un dueño, puesto que cada una de las antiguas posibilidades de independencia ha quedado reducida a casi nada por las condiciones de organización de la sociedad presente. El experto que mejor sirve es, desde luego, el experto que miente. Quienes necesitan al experto son, por motivos distintos, el falsificador y el ignorante. Allí donde el individuo no reconoce ya nada por sí mismo, el experto lo tranquilizará terminantemente. Antes era normal que hubiera expertos en arte etrusco; y eran siempre competentes, ya que el arte etrusco no está en el mercado. Pero una época que encuentra rentable, por ejemplo, falsificar químicamente diversos vinos célebres, no logrará venderlos sino a condición de haber formado a unos expertos en vino que enseñen a las almas de cántaro a cobrarles afición a los nuevos aromas, que son más fáciles de reconocer. Cervantes observa que ‘debajo de mala capa suele haber buen bebedor’. Quien entiende de vinos ignora a menudo las reglas de la industria nuclear; pero la dominación espectacular cree que si algún experto ha conseguido tomarle el pelo a un buen catador de vinos en materia de industria nuclear, otro experto conseguirá fácilmente hacer lo mismo en materia de vinos. También es sabido, por ejemplo, que el experto en meteorología televisiva que anuncia las temperaturas o las lluvias previstas para las siguientes cuarenta y ocho horas debe hablar con mucha cautela, debido a la obligación de mantener los equilibrios económicos, turísticos y regionales, con tanta gente circulando tan a menudo por tantas carreteras, entre lugares igualmente desolados; de modo que se ve obligado a brillar más bien como animador.» GUY DEBORD (1988)
«Un aspecto de la desaparición de todo conocimiento histórico objetivo se manifiesta en el hecho de que cualquier reputación personal se ha vuelto maleable y rectificable a discreción por quienes controlan toda la información: la que se recibe y aquella otra, muy distinta, que se difunde; ellos tienen, pues, licencia ilimitada para falsificar. Y es que una evidencia histórica de la que en el espectáculo no se quiere saber nada ya no es evidencia. Allí donde nadie posee ya más renombre que el que se le ha otorgado como un favor por la benevolencia de una corte espectacular, cualquiera puede caer en desgracia en cualquier instante.» GUY DEBORD (1988)
«La sociedad se ha proclamado oficialmente espectacular. Ser conocido al margen de las relaciones espectaculares, eso equivale ya a ser conocido como enemigo de la sociedad.» GUY DEBORD (1988)
«Está permitido cambiar de cabo a rabo el pasado de alguien, modificarlo, recreado al estilo de los procesos de Moscú, sin que ni siquiera haga falta cargar con el peso de un proceso. Se puede matar a menor coste. Los falsos testigos, torpes tal vez – pero ¿qué capacidad de percibir tal torpeza podría quedarles a los espectadores que serán testigos de las proezas de esos testigos falsos? -, y los documentos falsos, estupendos siempre, no les pueden faltar a quienes gobiernan lo espectacular integrado ni a sus amigos. Por consiguiente, no se puede ya creer nada acerca de nadie, excepto lo que uno haya comprobado directamente por sí mismo. Pero en realidad muchas veces ni hace falta levantar acusaciones falsas contra alguien. Desde que ellos controlan el mecanismo que rige la única verificación social que goza de un reconocimiento pleno y universal, ellos dicen lo que quieren. El movimiento de la demostración espectacular se confirma por el sencillo expediente de girar sobre sí mismo: volviendo y repitiéndose, afirmando una y otra vez lo mismo en el único terreno en donde reside hoy lo que puede afirmarse públicamente y ser creído, puesto que eso es lo único de lo cual todo el mundo será testigo. La autoridad espectacular puede asimismo negar lo que sea, una vez, tres veces, y decir que no hablará más de ello, y hablar de otra cosa, a sabiendas de que no ha de temer ya ninguna respuesta en su propio terreno, ni en otro tampoco.» GUY DEBORD (1988)
«Nadie puede ya criticar la mercancía: ni en cuanto sistema general, ni tan sólo como baratija determinada que a los jefes de empresa les haya convenido lanzar al mercado en ese momento.» GUY DEBORD (1988)
«En todas partes donde reina el espectáculo, las únicas fuerzas organizadas son las que quieren el espectáculo. Ninguna de ellas puede ser ya, por tanto, enemiga de lo que existe ni transgredir la omertà que afecta a todo. Se ha acabado con aquella inquietante concepción, que había prevalecido durante más de doscientos años, según la cual una sociedad podía ser criticable y transformable, reformada o revolucionaria. Y eso no se ha conseguido gracias a la aparición de nuevos argumentos, sino simplemente porque los argumentos se han vuelto inútiles. Por tal resultado se medirá, más que la felicidad general, la fuerza formidable de las redes de la tiranía.» GUY DEBORD (1988)
«Jamás hubo censura más perfecta. Jamás la opinión de aquellos a quienes en algunos países se les hace creer todavía que siguen siendo ciudadanos libres ha estado menos autorizada a darse a conocer cuando se trata de decisiones que afectan a su vida real. Jamás estuvo permitido mentirles con tan perfecta impunidad. Se cree que el espectador lo ignora todo y no merece nada. Quien siempre mira para saber cómo continúa, no actuará jamás: así debe ser el espectador.» GUY DEBORD (1988)
«Esta democracia tan perfecta fabrica ella misma su inconcebible enemigo, el terrorismo. En efecto, prefiere que se la juzgue por sus enemigos más que por sus resultados. La historia del terrorismo la escribe el Estado; por tanto, es educativa. Las poblaciones espectadoras no pueden, por cierto, saberlo todo acerca del terrorismo, pero siempre pueden saber lo bastante como para dejarse persuadir de que, en comparación con ese terrorismo, todo lo demás les habrá de parecer más bien aceptable o, en todo caso, más racional y más democrático.» GUY DEBORD (1988)
«Un efecto inevitable de las formas de organización clandestinas de tipo militar es que basta con infiltrar a poca gente en ciertos puntos de la red para hacer actuar – y caer – a muchos. En esas cuestiones de valoración de las luchas armadas, la crítica debe analizar de vez en cuando alguna de esas operaciones en particular, sin dejarse distraer por la semejanza general que acaso revistan todas ellas. Por lo demás, por probabilidad lógica habría que contar con que los servicios de protección del Estado piensen en aprovechar todas las ventajas que encuentran en el terreno del espectáculo, que justamente para eso se ha venido organizando desde hace tiempo; lo asombroso, lo que suena a falso es, por el contrario, que les cueste tanto darse cuenta de eso.» GUY DEBORD (1988)
«Ahora se finge una voluntad de conservar, como un lujo nada costoso, un delito puramente político que sin duda nadie tendrá ya ocasión de cometer, puesto que el tema ya no interesa a nadie, exceptuando a los propios profesionales de la política, cuyos delitos no se persiguen casi nunca ni tampoco se llaman ya delitos políticos. Todos los delitos y todos los crímenes son, efectivamente, sociales. Pero de todos los crímenes sociales ninguno debe considerarse peor que la impertinente pretensión de querer todavía cambiar algo en esta sociedad, que cree que hasta ahora ha sido demasiado paciente y demasiado buena, pero que no quiere que se la siga criticando.» GUY DEBORD (1988)
«En noviembre de 1978, respecto al caso de Gabor Winter, un joven obrero tipógrafo a quien el gobierno de la República Federal Alemana acusaba principalmente de haber redactado algunas octavillas revolucionarias, la señorita Nicole Pradain, representante del ministerio público ante la sala de lo criminal del tribunal de apelaciones de París, demostró rápidamente que no se podía alegar ‘motivaciones políticas’, que el convenio franco-alemán del 29 de noviembre de 1951 contemplaba como única justificación para denegar la extradición: ‘Gabor Winter no es un delincuente político sino un delincuente social. Rechaza las constricciones sociales. Un verdadero delincuente político no alberga sentimientos de rechazo hacia la sociedad. Ataca las estructuras políticas y no las estructuras sociales, como hace Gabor Winter.'» GUY DEBORD (1988)
«Porque los críticos también constituimos, formamos parte de ese sector de la humanidad, que goza, que gozamos (bien que en una medida las más de las veces muy parcial) nuestro ‘estilo de vida’, a costa de los más despojados y del planeta. Porque lo que no se puede es mantener el ritmo, la intensidad, el estilo de vida actual, la producción monstruosa de desechos, por ejemplo, la contaminación generalizada, sin la ‘generosa’ contribución de las transnacionales, pero también de sus destinatarios. Es decir, de ‘nosotros’. La crítica tiene que incluir al consumo. Entonces, lo que debe acompañar a la crítica (…) es la asunción de que no podemos seguir viviendo como lo hacemos. Sería nefasto creer que se trata sólo de quitar de en medio a los burócratas insensibles o a los capitalistas sedientos de oro y sangre, y que nosotros, ‘los buenos’, podemos administrar amigablemente el mundo que habríamos heredado. Nada sería más falaz y trágico.» LUIS E. SABINI FERNANDEZ (2012)
«En primerísimo lugar, los que no pueden sostener su ritmo de vida son los países enriquecidos. Hay algunos analistas que estiman que deberían reducir a un 10% su consumo energético, que es como decir que deberían reducir sus costos y gastos en un 90%. En los países periféricos, la merma es de otro orden, mucho menor, claro, puesto que son las privaciones de la periferia, en general, las que permiten los derroches y las comodidades del centro planetario. Por eso, por ejemplo en Argentina, la merma que provocaría un ajuste del ‘estilo de vida’ sería francamente menor, pero, sobre todo en las grandes ciudades, y particularmente en la capital federal, en su parte norte, también tendría efectos muy visibles semejantes tipo de decisiones, como, por ejemplo, la del decrecimiento. Por eso, precisamente, me temo como improbable que tal asunción de responsabilidad se asuma. Los que tienen privilegios a menudo no se sienten privilegiados y aun si se sienten así, los defenderán a capa y espada.» LUIS E. SABINI FERNANDEZ (2012)
«Tal vez porque nos cuesta tanto bajar de la teoría a la vida cotidiana, a menudo tenemos que oír a quienes temen que habrá que esperar grandes cataclismos para encarar cambios en las economías planetarias y en sus incidencias en nuestras vidas cotidianas. Es decir, terapias tardías. Porque toda constelación de poder y privilegios bloquea los cambios que le van a significar un despojo, una pérdida. No sólo los Kissinger del Primer Mundo; los grandes ‘forjadores’ del desastre planetario, sino también los pequeños usufructuarios de la modernidad…» LUIS E. SABINI FERNANDEZ (2012)
«(…) No sé aquí, pero en EE UU pasamos nuestra vida frente a la pantalla. Somos adictos a este tipo de interacción, supongo que por el nivel de desamparo existente. Hoy un amigo es alguien a quien probablemente nunca hayas visto en persona, vamos a todos lados con el móvil en la oreja. Parece que nadie quiere estar presente en este mundo arrasado, siempre estamos en otra parte. Pero no existe otra parte. Este mundo se define por la tecnología, la tecnocultura se expande con gran velocidad, a pesar de ser económicamente excluyente. Y en la base de este proceso está el posmodernismo, que se caracteriza por la adopción incondicional de la tecnología, así como por la pérdida de las ideas de causalidad, valor o significado. Sólo deja espacio a lo momentáneo y trivial.» JOHN ZERZAN (2010)
«Creo que esta situación proviene de nuestro sistema de consumo. Y será imposible abordar el problema eficazmente sin aplicar una crítica radical a este fenómeno, porque la tecnología en sí es neutral. Si no politizamos la cuestión de su uso y las raíces de su existencia es imposible frenar esta situación. Los efectos negativos de este modelo son visibles en la salud física y mental de nuestra sociedad. Por ejemplo, el fenómeno de los tiroteos en escuelas e instituciones. Estas manifestaciones patológicas se producen en los países más desarrollados –EE.UU., Finlandia o Alemania–, como síntomas de una sociedad disfuncional, del vacío de un mundo uniformizado que está acabando con la idea de comunidad y tantos otros conceptos importantes en nuestra vida. Mientras sigamos apostando por una sociedad tecnológica de masas, como hace la izquierda, no seremos capaces de librarnos de todo este lastre y regresar a una experiencia directa del mundo.» JOHN ZERZAN (2010)
«Nuestra postura implica destruir todo el aparato tecnológico antes de que nos destruya y de que elimine todo valor y textura de la vida. Se trata de reconectar con la tierra, por ello nuestra inspiración fundamental son los modos de vida de los pueblos indígenas.» JOHN ZERZAN (2010)
«El problema es que la mayor parte de la población de las grandes ciudades moriría en tres días. No duraríamos mucho sin energía, con los alimentos pudriéndose, sin habilidades para sobrevivir y con el instinto atrofiado. No sabríamos qué comer, qué planta es cuál, como hacer fuego, buscar agua, refugio… Nos tenemos que preparar para ese proceso, porque la ciudad es artificial e insostenible, y no representa el mundo al que nos enfrentaremos cuando el sistema se detenga… Además, poseer esas herramientas de supervivencia empodera políticamente, da sensación de autonomía. Si quieres salir del sistema, pero no tienes estos conocimientos, al final seguramente no des el paso.» JOHN ZERZAN (2010)
“Desde niño me ha preocupado lo que considero una cuestión importante: ‘¿Qué es lo que hace únicos a los seres humanos? ¿Hay algún atributo humano que ningún otro animal posea?’ La primera respuesta recibida fue que los seres humanos tenemos alma, y los animales no. Esto me sonó extraño y doloroso, porque amaba y amo a los animales. Además, si Dios era tan justo y generoso hecho que yo todavía creía firmemente en esos días no hubiera hecho semejante discriminación. 0 sea, que no me convencí.
Varios años más tarde, bajo la influencia de mis primeros maestros, se me llevó a concluir que nosotros éramos los únicos seres inteligentes, mientras que los animales sólo tienen instintos. No me llevó mucho tiempo darme cuenta que estaba otra vez sobre la pista falsa. Gracias a las contribuciones de la etología, hoy sabemos que los animales también poseen inteligencia. Y reflexioné, hasta que un día finalmente creí que lo tenía; los seres humanos son los únicos seres con sentido del humor. Otra vez fui desengañado por estudios que demuestran que hasta los pájaros se hacen bromas entre sí y se ‘ríen’. Ya era un estudiante universitario y había casi decidido rendirme, cuando mencioné a mi padre mi frustración. Simplemente me miró y dijo: ‘¿Por qué no intentas por el lado de la estupidez?’. Aunque al principio me sentí impactado, los años pasaron, y me gustaría anunciar, a menos que alguien más pueda reclamar una precedencia legítima, que estoy muy orgulloso de ser probablemente el fundador de una nueva e importante disciplina: la Estupidología. Sostengo, por lo tanto, que la estupidez es un rasgo único de los seres humanos. ¡Ningún otro ser vivo es estúpido, salvo nosotros!.” MANFRED MAX NEEF (1993)
“La necesidad de hacer locuaz el sufrimiento es condición de toda verdad.” THEODOR ADORNO
«Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.» GABRIEL GARCÍA MARQUEZ
«Les dijimos que los desastres que estaban organizando los heredarían sus nietos, pero fue un error de cálculos, en realidad los van a disfrutar ustedes.» EL ROTO
«Estamos intentando que los coches coman pan, y los hombres petróleo.» EL ROTO
«Una clara alternativa al desastre petrolífero sigue siendo la catástrofe nuclear.» EL ROTO
«En una época la gente era muy solidaria, todo el mundo se ayudaba, se daba una mano en lo que cada uno podía precisar. Después poco a poco las cosas empezaron a cambiar, la gente dejó de contar con la ayuda de los demás y le empezó a pedir las cosas a Dios. Y Dios al principio les daba todo lo que le pedían pero después se borró: la gente rezaba, rezaba y no pasaba nada. Entonces la gente como ya no puede contar con la ayuda de la demás gente ni con Dios, se inventó el camino de la ‘auto-ayuda’.» LEO MASLIAH
“De manera más precisa, la parresia es una actividad verbal en la cual un hablante expresa su relación personal a la verdad, y corre peligro porque reconoce que decir la verdad es un deber para mejorar o ayudar a otras personas (tanto como a sí mismo). En parresia, el hablante usa su libertad y elige la franqueza en vez de la persuasión, la verdad en vez de la falsedad o el silencio, el riesgo de muerte en vez de la vida y la seguridad, la crítica en vez de la adulación y el deber moral en vez del auto-interés y la apatía moral.” MICHEL FOUCAULT (1983)
“El capitalismo ha alcanzado su cenit, ha traspasado el umbral a partir del cual las medidas para preservarlo aceleran su autodestrucción. Ya no puede presentarse como la única alternativa al caos; es el caos y lo será cada vez más. Durante los años sesenta y setenta del pasado siglo, un puñado de economistas disconformes y pioneros de la ecología social constataron la imposibilidad del crecimiento infinito con los recursos finitos del planeta, especialmente los energéticos, es decir, señalaron los límites externos del capitalismo. La ciencia y la tecnología podrían ampliar esos límites, pero no suprimirlos, originando de paso nuevos problemas a un ritmo mucho mayor que aquél al que habían arreglado los viejos. Tal constatación negaba el elemento clave de la política estatal de posguerra, el desarrollismo, la idea de que el desarrollo económico bastaba para resolver la cuestión social, pero también negaba el eje sobre el que pivotaba el socialismo, la creencia en un futuro justo e igualitario gracias al desarrollo indefinido de las fuerzas productivas dirigidas por los representantes del proletariado. Además, el desarrollismo tenía contrapartidas indeseables: la destrucción de los hábitat naturales y los suelos, la artificialización del territorio, la contaminación, el calentamiento global, el agujero de la capa de ozono, el agotamiento de los acuíferos, el deterioro de la vida en medio urbano y la anomia social.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“Como dijo Jaime Semprun, cuando el barco se hunde, lo importante no es disponer de una teoría correcta de la navegación, sino saber cómo fabricar con rapidez una balsa de troncos. Aprender a cultivar un huerto como recomendó Voltaire, a fabricar pan o a construir un molino como desean los neorrurales podría ser más importante que conocer la obra de Marx, la de Bakunin o la de la Internacional Situacionista. Eso significa que los problemas provocados por el desarrollismo no pueden acomodarse en el ámbito del saber especulativo y de la ideología porque son menos teóricos que prácticos, y, por consiguiente, la crítica tiene que encaminarse hacia la praxis. En ese estado de urgencia, el cómo vivir en un régimen no capitalista deja de ser una cuestión para la utopía para devenir el más realista de los planteamientos.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“Si la libertad depende de la desaparición de las burocracias y del Estado, del desmantelamiento de la producción industrial, de la abolición del trabajo asalariado, de la reapropiación de los conocimientos antiguos y del retorno a la agricultura tradicional, o sea, de un proceso radical de descentralización, desindustrialización y desurbanización debutando con la reapropiación del territorio, el sujeto capaz de llevar adelante esa inmensa tarea no puede ser aquél cuyos intereses permanecían asociados al crecimiento, a la acumulación incesante de capital, a la extensión de la jerarquía, a la expansión de la industria y a la urbanización generalizada. Un ser colectivo a la altura de esa misión no podría formarse en la disputa de una parte de las plusvalías del sistema sino a partir de la deserción misma, encontrando en la lucha por separarse la fuerza necesaria para constituirse.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“La liquidación de las economías locales arruinó poblaciones enteras que se fueron acumulando en las periferias de las metrópolis, dando vida a inmensos poblados de chabolas. Innumerables masas emigraron a los países ‘desarrollados’, extendiendo las consecuencias de la crisis demográfica a las zonas privilegiadas del turbocapitalismo. Esta nueva mutación del capital creaba una nueva división social: los integrados y los excluidos del mercado. La contención de la exclusión quedó fundamentalmente en manos del Estado, en absoluto neutro, obligado a desarrollar para la ocasión políticas represivas de control de la inmigración y extenderlas a cualquier forma de disidencia.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“Paradójicamente, en la fase actual de descomposición del sistema dominante, las contradicciones internas ocultan las externas. El drama de la exclusión, el paro, la precariedad, los recortes, los desahucios y el empobrecimiento de las clases medias asalariadas, al poner por delante sus intereses inmediatos todavía ligados al mantenimiento de un estilo de vida urbano, artificial y consumista, han oscurecido momentáneamente la cuestión esencial, el rechazo del credo del progreso, y, por consiguiente, el del modelo social y urbano que le es inherente.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“La protesta urbana, obrera o populista, rechaza pagar la factura de la gestión desarrollista anterior y así se contenta con exigir ‘otra’ política, ‘otra’ banca u ‘otro’ sindicalismo, a lo sumo, ‘otro’ capitalismo, pero jamás se planteará seriamente la ruralización o la desaparición de las metrópolis, es decir, otra manera de convivir, otra sociedad u otro planeta. La mayoría de los habitantes de las conurbaciones solamente busca o aspira a encontrarse con la naturaleza los fines de semana, en tanto que consumidores de relax y paisaje, por lo que una crítica antidesarrollista tiene serios problemas para darse a conocer fuera de estrechos círculos, ya que la mentalidad urbana es incapaz de asumirla y los desertores del asfalto son todavía pocos. Por otra parte, la población campesina, residual, sufre un deterioro mental aún peor, fruto de su suburbanización, y las más de las veces reproduce estereotipos ideológicos urbanos. La crítica antidesarrollista no cuaja pues, ni en el medio rural, que debía ser el suyo, ni en el medio urbano, mucho menos propicio. Por eso la materialización en la práctica del antidesarrollismo como defensa del territorio se ve sometida a multitud de inconsecuencias y limitaciones.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“(…) La conurbación es la forma ideal de la organización del espacio por el capitalismo; una gran concentración de consumidores hecha posible por la abundancia hasta ahora ilimitada de combustible fósil barato y de agua potable. Es de suponer que un encarecimiento del combustible conduciría a una crisis energética que pondría en peligro la agricultura industrial, el sistema de vida urbano y la existencia misma de las conurbaciones. Igual sucedería con una sequía prolongada que exigiera la construcción de numerosas desaladoras funcionando con petróleo.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“(…) El fin de la era de la energía barata. No hay remedio posible puesto que la energía nuclear y las llamadas ‘renovables’ son caras, necesitan igualmente para su puesta en marcha ingentes cantidades de combustible fósil cada vez menos al alcance y el ritmo de su producción nunca podrá satisfacer las exigencias de un consumo creciente. El capitalismo verde es una falacia y la globalización está entrando en su fase terminal; las innovaciones tecnológicas no podrán salvarla. La perspectiva de un declive de la producción industrial de energía pinta de negro el futuro de las conurbaciones, puesto que un encarecimiento del transporte paralizará los suministros y las volverá inviables. Los bloques de viviendas, los rascacielos, los centros comerciales, los adosados residenciales, los polígonos logísticos, las autopistas y demás se deteriorarán a gran velocidad. Entonces, los sofisticados materiales de construcción, el aire acondicionado, los electrodomésticos, los ordenadores, la calefacción central, la telefonía móvil y los automóviles serán cosas del pasado.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“(…) El calentamiento global es imparable puesto que el consumo de energías contaminantes es imposible de aminorar, y, en pocos años, cuatro o cinco, desbocará el cambio climático y entonces los daños provocados serán irreversibles. El decaimiento de la agricultura industrial –esclava del fuel, de los abonos y herbicidas petroquímicos—junto con las secuelas del calentamiento –incremento del efecto invernadero, deforestación, erosión, salinización y acidificación de los suelos, desertificación, sequías e inundaciones– desembocarán en una crisis alimentaria de graves consecuencias. La mayoría de la población urbana quedará desabastecida, viéndose impelida violentamente a buscar comida y combustible fuera, desperdigándose por un campo esquilmado. El que este proceso de expulsión del vecindario se efectúe de forma caótica y terrorista o transcurra positivamente dependerá de la capacidad integradora de las comunidades de lucha surgidas de la deserción y la defensa del territorio. Si éstas son débiles no podrán enfrentarse a la avalancha de una población hambrienta y transformar su desesperación en fuerza para el combate por la libertad y la emancipación. La desagregación del turbocapitalismo daría lugar entonces a un reguero de formaciones capitalistas primitivas defendidas por poderes locales y regionales autoritarios. Será inevitable que la sociedad se contraiga y se vuelva intensamente localista, pero lo pequeño no siempre es hermoso. Puede ser horrible si la necesaria ruralización que habrá de afrontar las consecuencias de una superpoblación repentina y brutal, no discurre por vías revolucionarias, es decir, si se limita a una producción centralizada y privilegiada de comida y energía en lugar de orientarse hacia la creación de comunidades libres y autónomas capaces de resistir a la depredación post urbana. En definitiva, si el proceso ruralizador no respira esa atmósfera de libertad que antaño se atribuía a las ciudades.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“El cenit no precede necesariamente a la extinción. Entre los dos interviene el juego dialéctico de la táctica y de la estrategia entre contrincantes con fuerzas desiguales, a corto y medio plazo. El juego de la guerra social. Las esperanzas de los sectores aferrados a la conservación del capitalismo de Estado en un decrecimiento paulatino, pacífico y voluntario serán prontamente desmentidas por la brutalidad de las medidas de adaptación a escenarios de escasez y penuria y la dinámica social violenta que van a originar. Si bien el colapso catastrófico no va a producirse en fecha fija, inminente, tampoco va a ser inevitable la entronización de un régimen ecofascista; sin embargo, la probabilidad más o menos cercana de ambos fenómenos puede servir para llevar la acción por derroteros consecuentes, lográndose así en las sucesivas confrontaciones una salida favorable al bando de los partidarios de un cambio social radical y libertario.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“El cenit no precede necesariamente a la extinción. Entre los dos interviene el juego dialéctico de la táctica y de la estrategia entre contrincantes con fuerzas desiguales, a corto y medio plazo. El juego de la guerra social. Las esperanzas de los sectores aferrados a la conservación del capitalismo de Estado en un decrecimiento paulatino, pacífico y voluntario serán prontamente desmentidas por la brutalidad de las medidas de adaptación a escenarios de escasez y penuria y la dinámica social violenta que van a originar. Si bien el colapso catastrófico no va a producirse en fecha fija, inminente, tampoco va a ser inevitable la entronización de un régimen ecofascista; sin embargo, la probabilidad más o menos cercana de ambos fenómenos puede servir para llevar la acción por derroteros consecuentes, lográndose así en las sucesivas confrontaciones una salida favorable al bando de los partidarios de un cambio social radical y libertario.” MIGUEL AMORÓS (2012)
“(…) El sistema cuerpo-mente humano opera como un continuum en el que los procesos fisico-químicos son los que hacen posibles los procesos mentales y en el que, a su vez, los procesos mentales, a través de las emociones, generan procesos fisicoquímicos, disparando un ciclo de retroalimentación que liga indisolublemente el mundo inmaterial con el mundo de la materia y la energía.” CARLOS VERDAGUER VIANA-CÁRDENAS (2012)
“El cuerpo es dinero y fuentes de riquezas.” PIERRE KLOSSOWSKI