“El marketing es ahora el instrumento del control social, y forma la raza impúdica de nuestros amos. El control es a corto plazo y de rotación rápida, pero también continuo e ilimitado, mientras que la disciplina era de larga duración, infinita y discontinua. El hombre ya no es el hombre encerrado, sino el hombre endeudado. Es cierto que el capitalismo ha guardado como constante la extrema miseria de tres cuartas partes de la humanidad: demasiado pobres para la deuda, demasiado numerosos para el encierro: el control no sólo tendrá que enfrentarse con la disipación de las fronteras, sino también con las explosiones de villas-miseria y guetos.” GILLES DELEUZE (1991)
“La anarquía y la unidad son una sola y misma cosa, no la unidad de lo Uno, sino una más extraña unidad que sólo se reclama de lo múltiple.” GILLES DELEUZE (1980)
“Es sencillo buscar correspondencias entre tipos de sociedad y tipos de máquinas, no porque las máquinas sean determinantes, sino porque expresan las formaciones sociales que las han originado y que las utilizan. Las antiguas sociedades de soberanía operaban con máquinas simples, palancas, poleas, relojes; las sociedades disciplinarias posteriores se equiparon con máquinas energéticas, con el riesgo pasivo de la entropía y el riesgo activo del sabotaje; las sociedades de control actúan mediante máquinas de un tercer tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo riesgo pasivo son las interferencias y cuyo riesgo activo son la piratería y la inoculación de virus. No es solamente una evolución tecnológica, es una profunda mutación del capitalismo.” GILLES DELEUZE (1991)
«El fraude es en sí mismo creer que poner un sobre con una boleta dentro de una urna cada dos o cuatro años es realmente hacer que las cosas cambien» RAAS (2011)
“Tuve la suerte de no ser deportado a Auschwitz hasta 1944, después de que el gobierno alemán hubiera decidido, a causa de la escasez creciente de mano de obra, prolongar la vida media de los prisioneros que iba a eliminar.” PRIMO LEVI
“Sólo los muertos ven el fin de la guerra” JOSE LUIS GARCIA (2005)
“Mientras que unos títeres se excitan frenéticamente en la arena electoral, la arena verdadera recubre inexorablemente la tierra de su manto estéril. Los demagogos, de todos tipos, prometen siempre más crecimiento: más sueldos, más vacaciones, más trabajo, más consumo y, claro está, más seguridad contra un enemigo inexistente.” DOMINIQUE GUILLET (2007)
“El único terrorismo es alimenticio y son ellos que lo instalaron con la complicidad de las multinacionales. El planeta se muere de extracción, se muere de combustión. El planeta Tierra empieza a ajustar cuentas con la humanidad: después de tantas sustracciones, ahora ¡presenta la adición! Terrícola, ¡sal de tu sueño! El planeta Tierra se atasca, se hunde, se desertifica. ¿Será que el planeta ‘desierta’ a la humanidad? La palabra ‘desierto’ viene del latín ‘desertus’, de ‘deserere’ que significa “abandonar”.” DOMINIQUE GUILLET (2007)
“El secreto ocupa la médula misma del poder” ELIAS CANETTI (1981)
“La risa y el dolor se expresan con los órganos en los que residen el mando y la ciencia del bien o el mal: los ojos y la boca” CHARLES BAUDELAIRE
“Lo que (…) parece caracterizar al movimiento antipsiquiátrico y, más aún, al movimiento anti-institucional y que ha provocado las reacciones del círculo psiquiátrico es, quizá, la negativa a convertirse en un modelo técnico definido (es decir, la negativa a racionalizar su propio método para poder continuar en la tentativa de respuesta a la realidad) y la toma de conciencia de la función de todas las ciencias humanas (incluida la psiquiatría) como instrumentos de conservación de los valores dominantes.” FRANCO BASAGLIA
“Respecto a la acusación de la excesiva politización de un campo que debería guardar la neutralidad típica de una intervención científica, se puede decir que lo que caracteriza al movimiento anti-institucional es precisamente la toma de conciencia de la función del control (al servicio del poder) implícita en el papel de los psiquiatras como protectores del orden público. La diferencia cualitativa entre la «Flichiatrie» (psiquiatría represiva) y la «politichatrie» (la politización de la psiquiatría, en el lenguaje de mis colegas franceses) es, precisamente, el hecho de que esta última ha tornado conciencia de ser una «flichiatrie» e intenta oponerse a este papel y denunciar prácticamente su función.” FRANCO BASAGLIA
“(…) La experiencia anti-institucional o antipsiquiátrica no puede ser entendida como una técnica sino como un movimiento global que incluye el mundo existencial, social y político tanto del enfermo como del que trabaja en el campo social. Sólo bajo esta dimensión global se pueden comprender el tratamiento, la terapia, la curación, como lo que son, esto es una ocasión y un instrumento de discriminación para eliminar el mayor número de elementos posibles de perturbación social. Orden público y enfermedad mental están siempre estrechamente asociados ya que la enfermedad no es nunca tratada como problema técnico específico sino como manifestación anormal del comportamiento que sobrepasa el límite que la sociedad ha establecido.” FRANCO BASAGLIA
“(…) El psiquiatra debe, en primer lugar, comprender que no puede limitarse a establecer los cánones del grupo social al que representa determinando cuál es el enfermo que debe aceptar y establecer y cuál es el que ha de eliminar sino que, más bien, lo que determina en realidad es su propia adhesión a los valores dominantes y su capacidad de adaptación a los mismos. Los manicomios, la «naturaleza» de los internados y la práctica del psiquiatra en los mismos son una demostración permanente de lo dicho.” FRANCO BASAGLIA
“Hablar de tratamiento durante el largo período de los estados psicóticos significa, por consiguiente, según el planteamiento antipsiquiátrico, hablar de tratamiento durante el largo período de las instituciones-manicomio en las que es la vida institucional misma la que cronifica y psicotiza cada tipo de problemas, imponiéndoles el aspecto de enfermedad-manicomio. Pero una vez lograda la transformación de las instituciones psiquiátricas, mediante las nuevas técnicas de manipulación y de control, la comunidad externa comprende que puede utilizarlas en las instalaciones denominadas libres -familia, escuela, fábrica, ejército…- como amplificación y dilatación del poder. En el futuro, según esta lógica, no habrá ya más tratamientos durante los largos períodos de los estados psicóticos sino que estaremos todos englobados en un largo tratamiento en el mundo de la psicoterapia, de la ergoterapia, de las técnicas de rehabilitación de acuerdo con un centro de poder cada vez más restringido que delegará en los técnicos la función de crear continuamente nuevas ideologías para utilizarlas como instrumentos de discriminación y de división.” FRANCO BASAGLIA
“Todas las desdichas del hombre derivan del hecho de que no es capaz de estar sentado tranquilamente, solo, en una habitación” BLAISE PASCAL
“Cuando el mundo real se transforma en imágenes, éstas se convierten en seres reales y en eficaces motivaciones de un comportamiento hipnótico” GUY DEBORD (1967)
“El espectáculo es el autorretrato del poder en la época de su gestión totalitaria de las condiciones de existencia” GUY DEBORD (1967)
“Las oposiciones dentro del espectáculo esconden la unidad de la miseria. Las distintas formas de la misma alienación se erigen sobre la ocultación de las contradicción reales” GUY DEBORD (1967)
“La sociedad moderna ha invadido espectacularmente la superficie de todos los continentes. Igual que presenta los seudobienes que han de codiciarse, ofrece a los revolucionarios locales falsos modelos de revolución” GUY DEBORD (1967)
“Los mares están degenerando mucho más rápido de lo que nadie ha predicho, dice el informe (Programa Internacional sobre el Estado del Océano), debido al impacto acumulativo de una serie de factores estresantes individuales, que van desde el calentamiento climático a la acidificación del agua de mar, a la contaminación química generalizada y a la brutal sobrepesca (…) La sombría sugerencia hecha por el panel es que la extinción potencial de especies, de grandes peces a un extremo de la escala a pequeños corales al otro, es directamente comparable con las cinco grandes extinciones masivas en el historial geológico, durante cada una de las cuales murió gran parte de la vida en el mundo. Van desde el ‘evento’ Ordoviciense-Silúrico de hace 450 millones de años a la extinción del Cretácico-Terciario de hace 65 millones de años, que se cree que eliminó a los dinosaurios. Se piensa que el peor de todos, el evento al final del período Pérmico, hace 251 millones de años, eliminó un 70% de las especies en tierra y un 96% de todas las especies en el mar.” MICHAEL MCCARTHY (2001)
“El panel de 27 científicos, que consideró la última investigación de todas las áreas de la oceanografía, concluyó que una ‘combinación de factores estresantes está creando las condiciones asociadas con cada importante extinción anterior de especies en la historia de la Tierra’. También concluyeron que:-La rapidez y tasa de degeneración de los océanos es mucho más rápida de lo que se había predicho. -Muchos de los impactos negativos identificados son mayores que las peores predicciones. -Los primeros pasos hacia una extinción globalmente significativa pueden haber comenzado ya.” MICHAEL MCCARTHY (2011)
“No solo hay graves disminuciones en numerosas especies de peces, hasta llegar a la extinción comercial en algunos casos, y una tasa ‘sin paralelo’ de extinción regional de algunos tipos de hábitat, como mangles y praderas de hierbas marinas, sino algunos ecosistemas marinos completos, como arrecifes de coral, podrían haber desaparecido dentro de una generación.” MICHAEL MCCARTHY (2011)
“El aumento de hipoxia [bajos niveles de oxígeno] y anoxia [ausencia de oxígeno, conocidas como zonas de océanos muertos], combinadas con calentamiento del océano y acidificación, son los tres factores que han estado presentes en cada evento de extinción masiva en la historia de la Tierra.” PROGRAMA INTERNACIONAL SOBRE EL ESTADO DEL OCEANO (2011)
“(…) Un solo caso de emblanquencimiento masivo de coral en 1998 mató un 16% de todos los arrecifes de coral del mundo, y señaló que la sobrepesca ha reducido algunas poblaciones de peces comerciales y poblaciones de especies de bycatch [pesca incidental] en más de un 90%.” MICHAEL MCCARTHY (2011)
“Lo que se nos presenta son, pues, objetos preformados, cuya pretensión es ser, en su conjunto, ‘el mundo’, y cuya finalidad consiste en formarnos a su imagen y semejanza. Lo cual no es decir, sin embargo, que dicha formación sea un proceso violento ni, en todo caso, que la violencia, allí donde está operando, sea perceptible como tal o tan siquiera reconocible como presión. Las más de las veces, la presión formadora es tan poco perceptible para nosotros como para los peces de las profundidades marítimas la presión de las masas oceánicas que pesan sobre ellos. Cuanto más inadvertida pase la presión formadora, tanto más seguro será su éxito; por lo cual será lo más conveniente que el molde formador sea percibida como molde deseado. Para alcanzar este fin es preciso, por tanto, formar previamente los deseos mismos.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“Entre las tareas actuales de la estandarización, y aun de la producción misma, figura, por consiguiente, no sólo la estandarización de los productos, sino también la de los deseos (que anhelan los productos estandarizados). En buena medida, desde luego, eso sucede automáticamente a través de los productos mismos que se entregan y se consumen cada día, ya que las necesidades obedecen, como en seguida veremos, a lo que a diario se ofrece y se consume; pero no del todo: siempre queda una cierta distancia entre el producto ofrecido y la necesidad. La congruencia total y sin resto entre la oferta y la demanda no se alcanza jamás; de modo que, para cerrar esa brecha, hace falta movilizar una fuerza auxiliar, y esa fuerza auxiliar es la moral. Cierto es que también la moral, si ha de ser apta para servir de fuerza auxiliar, debe ser previamente formada, de tal manera que pase por ‘inmoral’ -es decir: por inconformista- aquel que no desea lo que haya de recibir, y de modo que la opinión pública (o, en su caso, su portavoz, que es la conciencia individual ‘propia’ de cada cual) fuerce al individuo a desear lo que haya de recibir. Y eso es lo que sucede hoy en día. La máxima que se nos impone a todos a cada instante, y que apela -tácitamente, pero sin admitir objeciones- a la ‘parte mejor de nosotros mismos’, reza (o rezaría, si se formulara): ‘¡Aprende a necesitar lo que te ofrezcan!’.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“Dejando de lado algunos residuos de costumbres de épocas pasadas, lo que debemos hacer y dejar de hacer queda definido hoy en día por lo que debemos comprar. Es casi imposible excluirse de aquel mínimo de compras que están mandadas y ofrecidas como musts, o sea como compras obligatorias; quien lo intente se expone al riesgo de pasar por ‘introvertido’, de perder su prestigio, comprometer su futuro profesional, parecer indigente o incluso de hacerse moral y políticamente sospechoso. Pues el no comprar se considera, en el fondo, una especie de sabotaje de ventas, una amenaza a las legítimas exigencias de la mercancía, y, por tanto, no solamente un no hacer, sino un delito positivo, emparentado al robo, cuando no más escandaloso todavía: pues si el ladrón, con su acto de apropiación, si bien indeseable en su modalidad específica, atestigua, con todo, su leal reconocimiento de las cualidades seductoras de la mercancía y de su mandamiento, y, con ello, se acredita como conformista de buena ley, a más de que, una vez atrapado, se le pueden exigir responsabilidades inequívocas, el no comprador, en cambio, se atreve a hacer oídos sordos a la llamada de la mercancía, a ofender con su renuncia al universo de la mercancía, y luego, para colmo, invocar hipócritamente la coartada de la negatividad, alegando que no ha hecho absolutamente nada, con lo cual logra efectivamente sustraerse al brazo de la justicia.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“Una vez uno haya reconocido en las ofertas los mandamientos de hoy, ya no le sorprende que incluso quienes, de hecho, no pueden permitirse la adquisición adquieran, sin embargo, las mercancías ofrecidas. Lo hacen porque aún menos pueden permitirse desobedecer los mandamientos, es decir, no adquirir las mercancías.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“Como es sabido, la lucha termina, por lo general, con el triunfo del ‘mandamiento de la oferta’, es decir, con la adquisición de la mercancía. Pero la victoria se compra caro; pues entonces empieza para el cliente la obligación avasalladora de pagar a plazos el objeto adquirido.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“Pero con eso no basta; porque lo que uno tiene una vez, no solamente lo utiliza, sino que también lo necesita. Una vez el uso se haya encarrilado por cierta vía, luego hay que continuar circulando por el mismo carril. Al final, uno no acaba teniendo lo que necesita, sino necesitando lo que tiene. El estado de las posesiones que uno tenga se coagula y se establece psicológicamente como estado normal. Lo que es decir que, cuando llega a faltar algún producto de marca que se haya poseído una vez, no hay simplemente un hueco, sino que hay hambre.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“Ahora bien, el caso es que siempre falta algo, ya que todas las mercancías son, para suerte de la producción y gracias a los cálculos que la rigen, unos bienes que se consumen y desgastan por el uso, aun cuando no sean bienes de consumo en el sentido estricto de pan y mantequilla; es decir, unos bienes de cuya falta se encarga el usuario mismo. Así pues, cuando tiene un objeto y lo ha consumido, lo vuelve a necesitar: la necesidad sigue al consumo pisándole los talones. En cierto sentido, la ‘adicción’ es el modelo de las necesidades actuales; con lo cual queda dicho que las necesidades deben su existencia y su modo de ser al hecho de que existan determinadas mercancías.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“(…) La demanda es un producto de la oferta y la necesidad un producto del producto, mientras la necesidad producida por el producto sigue funcionando como garantía de la ulterior producción acumulativa del producto.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“Al hablar de las ofertas como ‘mandamientos de nuestro tiempo’, no hay que hacerse una idea demasiado exigua de su carácter de imperativos. Lo propiamente imperativo no se halla tan sólo en las frases declaradamente imperativas, en las estrepitosas órdenes de la publicidad –‘¡Compra tu ropa interior Mozart! ¡Cómprala ahora mismo! ¡Es un must!’-, a las que uno, en fin de cuentas, y con un poco de dominio de sí, puede todavía ofrecerles resistencia a pesar de todo, por más que lo traten ya anticipadamente de propietario; sino que lo imperativo está en la posesión de los productos mismos, cuyas órdenes, aunque silenciosas, efectivamente no admiten objeciones. Cada mercancía adquirida requiere, para seguir siendo utilizable o, por lo menos, para no quedar en seguida inservible (y también por razones de prestigio, esto es, para rodearse de objetos de su mismo rango), la compra de otras mercancías; cada mercancía tiene sed de otra o, mejor, de otras. Y cada una nos provoca también a nosotros la sed de otras: lo difícil no es comprar mercancías sino tenerlas; pues el propietario de la mercancía se ve obligado a hacer suya la sed que ésta padece (de jabón en copos o de gasolina), y por mucho que le cueste llenar las bocas acumuladoras de los objetos que se han convertido en su propiedad, no tiene más remedio que hacerse cargo de sus necesidades, y lo hace aún antes de saberlo.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“El comprador se vende con cada compra; pues con cada compra establece un como lazo matrimonial con una familia de mercancías que se acumulan y procrean como conejos, exigiéndole que se haga cargo de su sustento. Lo cual, desde luego, supone, por un lado, una cierta comodidad, por cuanto uno no necesita ya apenas ponerse a pensar acerca de su modo de vivir ni tomar decisiones a su cuenta, dado que los sedientos miembros de la familia de mercancías lo informan a gritos de lo que hay que hacer cada día, y el tiempo pasa -Time goes on-; pero, por otro lado, también supone que esos mil miembros de la familia que a uno lo traen de cabeza lo tratan como si fuera un criado, un menor de edad, una presa acorralada, haciéndolo vivir sometido a sus dictados; que la elección de las necesidades futuras siempre ya está hecha; en suma, que uno no tiene jamás tiempo ni libertad de hacer valer sus propias necesidades, ni aun de sentirlas siquiera.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“Algún ingenuo nos aconsejaría no caer en los lazos de semejantes ‘mercancías sedientas’; lo cual es obviamente ridículo, ya que no hay mercancía que no tenga sed. Y no las hay porque lo que tiene sed no es la pieza particular de mercancía, sino el universo de las mercancías como un todo; porque eso que llamamos la ‘sed de las cosas’ no es sino la interdependencia de la producción, esto es, el hecho de que todos los productos remiten unos a otros y dependen unos de otros. Mantenerse al margen de este universo de las mercancías y de la producción es evidentemente imposible; tan imposible como sería el intento de mantenerse al margen del mundo: es decir, ser, pero sin estar en el mundo. Y si algún loco emprendiera el experimento de independizarse aunque sea sólo de algunos de los pertrechos y las fuerzas que constituyen nuestro mundo -por ejemplo, la electricidad-, no tardaría en perecer. Nadie puede permitirse abrir brechas en el sistema del que, como hijo de nuestro tiempo, participa, lo quiera o no, pues con ello quedaría privado del sistema entero.” GÜNTHER ANDERS (1956)
“El hecho de que cada mercancía que, según está mandado, se nos ofrece y se compra, encierra a su vez otras necesidades que se convierten en nuestras necesidades, representa la culminación del fenómeno de los moldes, ya que nuestras necesidades ya no son más que las improntas o reproducciones de las necesidades de las mercancías mismas. Lo que vamos a necesitar mañana no está escrito ni en los astros ni en nuestro pecho; ni tan siquiera en nuestro propio estómago, sino en la nevera que habíamos comprado anteayer, en la radio que compramos ayer y en el televisor que hemos comprado hoy, y a los que mañana escucharemos con el corazón palpitante, aguardando que nos dicten nuestras necesidades.” GÜNTHER ANDERS (1956)
«Los campos magnéticos se originan por el movimiento de las cargas eléctricas y su intensidad es directamente proporcional al nivel de tensión. A mayor tensión, mayor campo electromagnético. En el caso de la subestación Rigolleau, la tensión será de 132.000 voltios. Las paredes de los edificios, los arboles, tierra o baldosas no bloquean los efectos nocivos sobre la salud de la población provocadas por estas radiaciones no ionizantes de baja frecuencia. La legislación argentina permite campos magnéticos de hasta 25 µT (micro teslas, unidad de medición del electromagnetismo) cuando en muchos países del primer mundo el valor limite permitido es de 0,4 µT. Nuestro valor desactualizado, no protege la salud de las personas». PEDRO
“[La masa de acoso] (…) Sale a matar y sabe a quién quiere matar. Con una decisión sin parangón avanza hacia la meta; es imposible privarla de ella. Basta dar a conocer tal meta, basta comunicar quién debe morir, para que la masa se forme. La concentración para matar es de índole particular y no hay ninguna que la supere en intensidad. Cada cual quiere participar en ella, cada cual golpea. Para poder asestar su golpe, cada cual se abre paso hasta las proximidades inmediatas de la víctima. (…). La víctima nada puede hacer. Huye o perece. No puede golpear, en su impotencia es tan sólo víctima.” ELIAS CANETTI (1960)
«Hay que acabar con la mayor cantidad posible de enemigos; la peligrosa masa de adversarios vivos ha de convertirse en un montón de muertos. Vence el que mata a más enemigos.” ELIAS CANETTI (1960)