“Cualquier sociedad cuyas estructuras se basan únicamente en diferencias de cultura y de clase, así como también en sistemas competitivos, crea en sí misma áreas de compensación para sus propias contradicciones, en las cuales puede concretar la necesidad de negar o de fijar objetivamente una parte de su subjetividad (…) El racismo, bajo todas sus formas, es únicamente la expresión de esta necesidad de áreas compensadoras. Y opera de este modo ante la existencia de los asilos de alienados –símbolo de lo que se podrían denominar ‘reservas psiquiátricas’, comparables al ‘apartheid’ del negro o al ghetto-, con la expresa voluntad de excluir todo aquello de lo cual duda porque es desconocido e inaccesible. Una voluntad justificada, y científicamente confirmada, por una psiquiatría que ha considerado el objeto de su estudio como incomprensible, y por lo tanto, fácilmente relegable en la cohorte de los excluidos (…).” FRANCO BASAGLIA
“El enfermo mental es un excluido que, en una sociedad como la actual, nunca podrá oponerse a lo que le excluye, puesto que cada uno de sus actos se encuentra constantemente circunscrito y definido por la enfermedad. La psiquiatría es, pues, la única manera –en su doble papel médico y social-, de informar al enfermo de la naturaleza de su enfermedad, y de lo que le ha hecho la sociedad al excluirle: sólo tomando conciencia de haber sido excluido y rechazado podrá, el enfermo mental, rehabilitarse del estado de institucionalización en que se le ha sumido (…).” FRANCO BASAGLIA
“(…) Detrás de los muros del asilo de alienados, que la psiquiatría clásica ha demostrado su fracaso: en efecto, en presencia del problema del enfermo mental, ha tendido hacia una solución negativa, separándole de su contexto social y por lo tanto de su humanidad… Colocado a viva fuerza en un lugar donde las modificaciones, las humillaciones y la arbitrariedad son la regla, el hombre –sea cual fuere su estado mental-, se objetiviza poco a poco, identificándose con las leyes del internamiento. Su caparazón de apatía, de indiferencia y de insensibilidad, sólo sería en suma un acto desesperado de defensa contra un mundo que le excluye y después le aniquila: el último recurso personal de que dispone el enfermo para oponerse a la experiencia insoportable de vivir conscientemente una existencia de excluido.” FRANCO BASAGLIA (1966)
“Si, originalmente, el enfermo sufre la pérdida de su identidad, la institución y los parámetros psiquiátricos le han confeccionado otra, a partir del tipo de relación objetivante que han establecido con él y los estereotipos culturales de los cuales le han rodeado. Así, pues, se puede decir que el enfermo mental, colocado en una institución cuya finalidad terapéutica resulta ambigua por su obstinación en no querer ver más que un cuerpo enfermo, se ve abocado a hacer de esta institución su propio cuerpo, asimilando la imagen de sí mismo, que ésta le impone (…) El enfermo, que ya sufre una pérdida de libertad que puede considerarse como característica de la enfermedad, se ve obligado a adherirse a este nuevo cuerpo, negando cualquier idea, cualquier acto, cualquier aspiración autónoma que pudieran permitirle sentirse siempre vivo, siempre él mismo. Se convierte en un cuerpo vivido en la institución y por ella, hasta el punto de ser asimilado por la misma, como parte de sus propias estructuras físicas.” FRANCO BASAGLIA
“Es difícil decir si la psiquiatría es por sí misma instrumento de liberación o de opresión. Tendencialmente la psiquiatría es siempre opresiva, es una manera de manifestarse el control social. Si partimos del origen de la psiquiatría, debemos recordar a Philippe Pinel, que a fines del siglo XVIII liberó a los locos de las prisiones; pero desgraciadamente, luego de haberlos liberado, los encerró en otra prisión que se llama manicomio. Empieza así el calvario del loco y el gran destino del psiquiatra. Luego de Pinel, en la historia de la psiquiatría aparecen nombres de grandes psiquiatras; pero del enfermo mental sólo existen denominaciones, etiquetas: histeria, esquizofrenia, manía, astenia. La historia de la psiquiatría es la historia de los psiquiatras y no la historia de los enfermos.” FRANCO BASAGLIA (1979)
“(…) Diría que la psiquiatría nunca fue otra cosa que una mala copia de la medicina, una copia en la cual el enfermo aparece siempre totalmente dependiente del médico que lo atiende: lo importante es que el enfermo no se coloque nunca en una posición crítica en relación con el médico.” FRANCOA BASAGLIA (1979)
“Cuando el enfermo pide al médico explicaciones sobre su tratamiento y el médico no sabe o no quiere responder, o cuando el médico pretende que el enfermo se quede en la cama, es evidente el carácter opresivo de la medicina. Cuando el médico, en cambio, acepta el reclamo, entonces la medicina y la psiquiatría se transforman en instrumentos de liberación.” FRANCO BASAGLIA (1979)
“Cuando el enfermo está internado, el médico está en libertad; cuando el interno está en libertad, el internado es el médico.” FRANCO BASAGLIA (1979)
“He hablado de manera muy general del camino que hicimos para tratar de eliminar el hospital psiquiátrico y crear una situación tendencialmente terapéutica. No puedo decir más que ‘tendencialmente’, porque no puede ser plenamente terapéutica: yo trato de curar a una persona, pero no puedo tener la certeza de si la curo o no. Es lo mismo que cuando digo que amo a una mujer: es muy fácil decir esto, pero en algún sentido es falso, porque el hombre tiende a un tipo de relación y la mujer a otro; la relación que se crea entre los dos no es más que una crisis, es una crisis en la que hay vida, siempre que no haya dominación del hombre sobre la mujer o de la mujer sobre el hombre. En una situación que es tendencialmente de amor, se puede crear una relación muy libre.” FRANCO BASAGLIA (1979)
“Dar de alta a una persona que está en un manicomio es verdaderamente un drama. Esta persona ha pasado años y años internada y ahora deberá afrontar la realidad que la ha rechazado y empujado al manicomio. Si una persona entra en un manicomio es porque fue rechazada por la organización social, por la sociedad. Cuando es dada de alta, encuentra una sociedad que no ha cambiado en absoluto. Entonces, esta sociedad la mandará nuevamente al manicomio.” FRANCO BASAGLIA
“Si los bueyes, caballos y leones tuvieran manos y con ellas pudieran dibujar, los caballos dibujarían la imagen de los dioses semejante a los caballos, los bueyes semejante a los bueyes, todos harían cuerpos semejantes a sus cuerpos (…)”. XENOFANES
“(…) Leyendo a Plutarco (100 a.c.), en sus ‘Vidas’, narra un episodio que tiene una semejanza mas que sugestiva de la que, siglos después narra el cristianismo; Es el caso de Cleómenes III, rey de Esparta que en el siglo III a.c. fue expulsado del reino y se refugia en Alejandría, donde organiza una revuelta contra Tolomeo IV, pero que al fracasar la intentona decide darse la muerte, antes de hacerlo, convocó a doce de sus amigos para realizar una Ultima Cena, en la que se lamentó de los que lo habían traicionado, luego su cadáver fue clavado de una cruz y exhibido ante el pueblo, que conmovido lo proclamó hijo de Dios. Quien no vea en este relato, y el posterior relato cristiano similitudes que hoy podríamos llamar, pecado de latrocinio, plagio y hasta delito contra el derecho de propiedad intelectual, creo que, para decirlo suavemente, cuanto menos adolece de inocencia (…).” RAMIRO ROSS
“En orden al derecho del más fuerte, antes que el mando (elemento empírico) lo que inordina el vínculo legal es la relación normativa de sujeción obligatoria a un poder superior irresistible (elemento prescriptivo) que se ejecuta con arreglo a un principio o axioma derivado de la naturaleza.” JOAQUIN E. MEABE
“La pedagogía de la ley penal no es, en consecuencia, para este punto de vista, sino el resultado de un deber general de obediencia a los mejores que son las voces autorizadas y los únicos maestros admitidos por esta línea de pensamiento que se apoya en la superioridad que la naturaleza habría dado a algunos por su condición racial o adscriptiva. La pena de muerte, que forma parte del núcleo de estas doctrinas, se justifica por la necesidad última de suprimir a aquel que no puede ser adaptado o incorporado al proceso de adaptación pedagógica de la ley del más fuerte. La imposibilidad de educación adaptativa se resuelve por la eliminación del inadaptado que, con arreglo a la enseñanza de la naturaleza se entiende como algo beneficioso para la sociedad a la cual se libra de aquello que no se puede redimir.” RAMON A. MACHUCA- ALFREDO H. CASTAGNE
“Las teorías de la ley del más fuerte funcionalizan, en consecuencia, el rol pedagógico de la violencia y la ponen al servicio de los ejecutores que recurren a los resultados para justificar los procedimientos, lo que no hace sino generar una contraviolencia delictiva que alimenta la acción represiva, de tal forma que de ello resulta una peculiar selección natural de los más fuertes y un inevitable aprendizaje de supervivencia que justifica recíprocamente la eliminación del otro. La muerte aparece así como el patrón o pauta central encubierta que sirve recíprocamente para asegurar la conservación de la ley penal y, al mismo tiempo, para asegurar la supervivencia del delincuente que mata con indiferencia y conforme a ese principio de selección natural del más fuerte.” RAMON A. MACHUCA- ALFREDO H. CASTAGNE
“En la política y en el pensamiento colectivo -ese que se jacta de su pragmatismo y de no perder su tiempo filosofando inútilmente-, desde la práctica más humilde hasta aquella otra que dicta los destinos del mundo, se ha decretado que el problema de la humanidad consiste en resolver el Cómo. Tomemos, por ejemplo, el mayor tabú y el mayor paradigma de nuestros tiempos: el terrorismo. Todos -absolutamente todos- los esfuerzos intelectuales del mundo ‘decente’ están concentrados en resolver cómo combatirlo. Los discursos son unánimes. Aún aquellos que están en lucha dialéctica están de acuerdo en resolver el Cómo. Todos estamos en contra de eso que casi todos entendemos por ‘terrorismo’. Pero ¿cuántos están preocupados en responder ¿por qué existe eso que llamamos terrorismo? Cada vez que baja Por-qué a la tierra es una amenaza a la seguridad. Si el debate mundial se centrara no en el Cómo sino en el Por-qué, seguramente habría que comenzar por definir con más claridad los límites del significado del término ‘terrorista’. Lo cual es, claro, peligroso. Muchos arrogantes insospechados caerían dentro de la misma bolsa. Muchos amigos y ‘adversarios’ serían igualmente identificados con el mismo término.” JORGE MAJFUD (2004)
“(…) Sin embargo, y pese a todas estas tragedias humanas, gran parte de la resolución del Cómo radica en la correcta respuesta del Por-qué. Pero si alguien se atreviese a lanzar al viento semejante pregunta, sería etiquetado como una amenaza. Incluso, correría el serio riesgo de ser etiquetado de -ya que estamos- ‘terrorista’.” JORGE MAJFUD (2004)
“(…) Pero ¿qué ocurriría si mi adversario en lugar de lanzarme sus respuestas comenzara a interrogarme sobre los Por-qué de mis seguridades? Seguramente, y sobre todo si mis convicciones están fundamentadas en el barro, como es casi la norma, cada una de mis lanzas dialécticas se quebrarían en el aire, mi edificio ideológico comenzaría a crujir. ¿Por qué? Porque el mundo moderno ha entrenado hombres y mujeres obsesionados con el Cómo: cómo tener éxito, cómo hacer lo que la sociedad espera de nosotros, cómo derrotar a nuestros adversarios, cómo inventar enemigos, cómo y cómo. El Cómo es siempre combativo, guerrero, no tiene paz; al Por-qué no le interesa el triunfo ni la derrota, sino la verdad. Pero ¿a quién le importa la verdad? Al Cómo sólo le importa la verdad si le es útil; si le resulta una amenaza, simplemente se inventa otra verdad a su medida. Él siempre sabe cómo. Pero si reapareciera Por-qué en nuestras sociedades, seguramente la mayoría de las sólidas estructuras que brillan con orgullo en nuestro mundo comenzarían a crujir. Entonces atraparemos a Por-qué, como antes atrapamos a Sócrates y a Cristo, y lo sentenciaremos a muerte. ¿Por qué? Por hacer demasiadas preguntas, por preguntarse y por preguntarnos Por-qué en lugar de preocuparse del dios Cómo.” JORGE MAJFUD (2004)
“Un hombre inteligente sabe Cómo, pero sólo el sabio sabe Por-qué. Saber Cómo es saber imponer una respuesta, pero saber Por-qué es saber formularse a tiempo la pregunta. No necesitas gritar ni levantar la voz; sólo pregunta con calma y en voz baja -¿por qué?.” JORGE MAJFUD (2004)
«No conozco vagos con ocupación útil. El ser vago sin hacer mal no es un delito; hacer nada para el hombre rico que no quiere trabajar no es un crimen.” JOSE MARMOL
«En la esfera de lo humano, nada es mas real que lo virtual.» ROMAN MAZZILLI
«‘Te quiero’, afirman los enamorados. Y uno que los ve a cierta distancia -sentados, como describía Roberto Arlt en un Aguafuerte Porteña, en un banco de plaza haciéndose mimos aunque diluvie- puede tener la maldita costumbre de preguntarse: ‘¿Será verdad? ¿Estarán viviendo una ilusión? ¿Terminaran casándose para despertar una mañana, después de 17 años, sin reconocer al ser que tienen al lado?’.
Bueno. Tanto el cinismo de éstas preguntas, como el enamoramiento de aquellos jóvenes, tal vez no sean otra cosa que pura virtualidad.
Son tan virtuales como el lenguaje, las convenciones sociales o el pulgar extendido hacia arriba.
Enredados en estas cuestiones virtuales vivimos. Eso si, nos pasamos buena parte del tiempo discutiendo con los demás acerca de quien tiene la verdad, quien ‘ve’ o ‘interpreta’ la realidad tal cual es.
A nuestros amigos con problemas les pedimos ‘que sean objetivos’.
A los adolescentes, que crecen a razón de dos centímetros por minuto, ‘que no se confundan’. Y a los abuelos, que reclaman un poco mas de atención, les devolvemos cosas del tenor de ‘ubicate, tenés que entender como son las cosas’.» ROMAN MAZZILLI
«‘Opinión pública’… si ese concepto no es un himno a la virtualidad, será por lo menos su bandera.» ROMAN MAZZILLI
«Pero ¿qué es la internet? Los que quieran ver en la Internet una continuación y síntesis de los tradicionales medios de comunicación están en lo cierto. Los que hablan que es una biblioteca universal, también. Quienes vislumbran que es la base de datos mas grande al alcance de cualquiera que tenga conexión, no se equivocan. Los que se entusiasman con la creación de redes al margen del poder político y la creación de verdaderas comunidades de intereses, pueden comprobarlo a diario. Y los que suponen que es algo así como un Aleph donde van converger todas las informaciones, datos, sonidos, gráficos, videos, etc. no están lejos de la verdad.» ROMAN MAZZILLI
«Internet y sus alcances son del reino de este mundo, como la guerra y la paz. La pesadilla -ya no la virtualidad- es política, no tecnológica.» ROMAN MAZZILLI
“Por ‘mentalidad activista’ me refiero a las personas que piensan en sí mismas principalmente como activistas y como pertenecientes a una amplia comunidad de activistas. El activista se identifica con lo que hace y piensa en ello como su papel en la vida, de la misma manera que un trabajo o carrera. Del mismo modo algunas personas se identificarán con su trabajo (como un médico o un profesor), y en lugar de ser eso solamente algo que están haciendo, se convierte en una parte esencial de su imagen de sí mismos.
El activista es un especialista o un experto en el cambio social. Pensar en tí mismo como activista significa pensar en tí mismo como alguien de algún modo privilegiado o más avanzado que los otros en su apreciación de la necesidad del cambio social, en los conocimientos de cómo conseguirlo y sobre cómo liderar o estar al frente de la pelea práctica por crear este cambio.“ ANDREW X
“El activismo, como todos los roles expertos, tiene su base en la división del trabajo – es una tarea especializada separada de las demás. La división del trabajo es el cimiento de la sociedad de clase, donde la división fundamental es la del trabajo mental y el trabajo manual. La división del trabajo opera, por ejemplo, en la medicina o la educación. En lugar de que curar y criar a niños sea un conocimiento general y tareas en las que todos participen, estos conocimientos se convierten en propiedad especializada de doctores y profesores, expertos de los que debemos depender para que hagan estas cosas por nosotros. Los expertos guardan celosamente las destrezas que tienen y las mistifican. Esto mantiene a las personas separadas e impotentes y refuerza la sociedad de clase jerárquica. Una división del trabajo implica que una persona asume un papel en representación de muchos otros que renuncian a esta responsabilidad. Una separación de las tareas quiere decir que otras personas harán tu comida y tu ropa y te proporcionarán electricidad mientras tú sigues con tu tarea de conseguir el cambio social. El activista, como experto en el cambio social, asume que las otras personas no están haciendo nada para cambiar sus vidas y por esto siente un deber o una responsabilidad de hacerlo en su nombre. Los activistas piensan que están compensando la falta de la actividad de otros. Definirnos a nosotros como activistas significa definir ‘nuestras’ acciones como las que provocarán el cambio social, por lo tanto ignorando la actividad de miles de miles de otros no-activistas. El activismo está basado en la falsa idea de que son solamente los activistas los que hacen el cambio social – mientras que por supuesto la lucha de clases transcurre constantemente.“ ANDREW X
“El rol del ‘activista’ es un rol que asumimos de la misma forma que el de policía, padre o sacerdote – una extraña forma psicológica que usamos para definirnos a nosotros mismos y a nuestra relación con otros. El ‘activista’ es un especialista o experto en el cambio social – sin embargo mientras más nos aferramos a este rol y noción de quien somos, más impedimos el cambio que deseamos. Una revolución verdadera implicará la desaparición de todos los roles preconcebidos y la destrucción de toda especialización – la reclamación de nuestras vidas. El tomar el control de nuestros propios destinos (en esto consiste el acto de la revolución) involucrará la creación de nuevas identidades y nuevas formas de interacción y de comunidad. Los ‘expertos’ solamente pueden ser un obstáculo a esto.“ ANDREW X
«Los estereotipos son las imágenes dominantes de un período (…) El estereotipo es el modelo del rol; el rol es una forma de comportamiento. La repetición de una actitud crea un rol.» RAOUL VANEIGEM (1967)
“Los diarios, la radio, la televisión son los vehículos más groseros de la mentira. No solamente nos alejan de los auténticos problemas – del ‘¿cómo vivir mejor?’ que se plantea concretamente cada día -, sino que además nos empujan a identificarnos con unas imágenes prefabricadas, a situarnos de manera abstracta en el lugar de un jefe de Estado, de una vedette, de un asesino, de una víctima, en suma, a reaccionar como si fuéramos otro. Las imágenes que nos dominan es el triunfo de lo que no somos y de lo que nos expulsa de nosotros mismos; de lo que nos convierte en objetos a clasificar, etiquetar, jerarquizar, según el sistema de la mercancía generalizada.” RAOUL VANEIGEM (1974)
«Justo como la pasividad del consumidor es una pasividad activa, la pasividad del espectador reside en su habilidad de asimilar los roles e interpretarlos de acuerdo con las normas oficiales. La repetición de imágenes y estereotipos brinda un juego de modelos del que todos debemos escoger un rol.» revista HACER O MORIR
“La clave para comprender tanto el rol del militante como el del activista es la abnegación – el sacrificio del ser propio hacia ‘la causa’, que es identificada como algo separado del propio ser. Esto por supuesto no tiene nada que ver con la verdadera actividad revolucionaria que es el apoderamiento del propio ser. El martirio revolucionario va de la mano con la identificación de alguna causa como algo separado de la propia vida – una acción en contra del capitalismo que identifica el capitalismo como algo ‘allá afuera’ en la ciudad está básicamente equivocada – el verdadero poder del capital está aquí mismo en nuestra vida diaria – recreamos su poder todos los días porque el capital no es una cosa sino una relación social entre las personas (y por lo tanto clases) mediada por cosas.” ANDREW X
“El activista hace de la política algo aburrido y estéril y aleja a las personas de ella, pero interpretar el rol eventualmente también termina perjudicando al mismo activista. El rol del activista causa una separación entre el fin y los medios: la abnegación implica crear una división en la revolución como amor y placer en el futuro pero deber y rutina en el presente. La cosmovisión del activismo es dominada por la culpa y el deber, porque el activista no está luchando a favor de sí mismo sino por una causa separada: ‘Todas las causas son igualmente inhumanas’.” ANDREW X
“Como activista tienes que negar tus propios deseos porque tu actividad política es definida de tal forma que estas cosas no cuentan como ‘política’. Pones a ‘la política’ en un compartimento separado del resto de tu vida – es como un trabajo… Haces ‘política’ de 9 a 5 y luego te vas a casa y haces otra cosa. Y como está en un compartimento separado, la ‘política’ permanece inmune a toda consideración práctica de eficacia en el mundo real. El activista se siente obligado a seguir ejecutando de manera autómata la misma vieja rutina todos los días, sin detenerse o considerar lo que está haciendo. El activista es mantenido ocupado y lidia con su culpa golpeando su cabeza contra una pared, si es necesario.” ANDREW X
“Parte de ser revolucionario debería ser saber cuándo hay que detenerse y esperar. Debería ser importante saber cómo y cuándo atacar para lograr una máxima eficacia y también cómo y cuándo NO atacar. Los activistas tienen esta actitud de ‘Debemos hacer algo ahora!’ que parece alimentada por la culpa. Esto es completamente anti-táctico.” ANDREW X
“La abnegación del militante o del activista es reflejada en su poder sobre otros como experto – de la misma manera que en una religión hay una clase de jerarquía basada en el sufrimiento y la rectitud. El activista asume el poder sobre otros en virtud de su grado más grande de sufrimiento (los grupos de activistas ‘no- jerárquicos’ en realidad constituyen una ‘dictadura del más comprometido’). El activista usa la coerción moral y la culpa para ejercer poder sobre otros menos experimentados en la teología del sufrimiento. La subordinación de sí mismos va de la mano con la subordinación de otros por ellos – todos esclavizados por ‘la causa’. Los militantes y activistas abnegados atrofian sus propias vidas y su propia voluntad de vivir – esto genera una amargura y una antipatía hacia la vida que se vuelve hacia afuera para marchitar todo lo demás.” ANDREW X
“El mártir abnegado se ofende e indigna cuando ve a otros que no se están sacrificando. De la misma manera que cuando el ‘trabajador honesto’ ataca con saña al haragán, sabemos que esto se debe a que en realidad odia su trabajo y el martirio que ha hecho de su vida y odia ver alguien librarse de ese destino, odia ver a alguien que se divierte mientras está sufriendo – debe arrastrar a todos a la mugre junto con él – una igualdad de la abnegación.” ANDREW X
“La vieja izquierda era muy abierta en su llamado para el sacrificio heroico: ‘¡Sacrifíquense con alegría, hermanos y hermanas! ¡Por la Causa, por el Orden Establecido, por el Partido, por la Unidad, por la Carne y las Papas!’.” ANDREW X